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ESTUDIANTES RESIDENTES DE CALETA EL BOTE DEBEN SUBIR A LOS CERROS PARA REALIZAR SUS TAREAS

En plena era digital, el acceso a telefonía móvil e internet es considerado como un servicio básico, de ahí que la existencia de “áreas de silencio” sea una situación inentendible, más aún durante la crisis sanitaria y social que enfrentamos, la que ha aumentado nuestra dependencia a la tecnología. 

Desafortunadamente, la comuna de Antofagasta cuenta con zonas de silencio, las que constituyen un verdadero riesgo para quienes residen en ellas. Este es el caso de las cerca de 80 personas que viven y trabajan al norte del Balnerario Juan López, específicamente en las caletas El Lagarto y El Bote; en esta última residen las hermanas Ivania y Javiera Molina, alumnas de la Escuela “Edda Cuneo” E-88 y del Liceo Científico Humanista “La Chimba” B-36, jóvenes que han visto dificultado su proceso educativo al no disponer de conectividad. 

Recordemos que la pandemia llevó a los establecimientos dependientes de Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS) a realizar las actividades académicas de forma primordialmente remota, de ahí que Internet sea imprescindible para la revisión de los contenidos currículares a través de las plataformas web, correos electrónicos, Whatsapp y redes sociales. 

IVANIA Y JAVIERA 

Dado su buen desempeño académico, Ivania y Javiera se han propuesto esforzarse al doble para cumplir con sus tareas, las que pueden realizar siempre y cuando encuentren señal de telefonía, para lo cual deben caminar o ser trasladadas por su padre en vehículo a varios kilómetros de distancia de su hogar, lo que implica subir a los cerros aledaños para alcanzar una “mínima cobertura”.

Ivania, quien cursa octavo año básico en la Escuela “Edda Cuneo”, comenta que junto a su hermana “tenemos que subir al cerro con muchas complicaciones porque nuestras tareas tienen plazos y no tenemos tanto tiempo para hacerlas porque cuando subimos no podemos quedarnos un largo rato para no dejar la casa sola, para nosotras es complicado”. 

Javiera, alumna de primer año medio del Liceo “La Chimba”, explica que “me ha costado demasiado, ahora estoy atrasada en mis tareas (…) por ejemplo a mi me cuestan las matemáticas por eso cuando subo al cerro descargo tutoriales en Youtube para poder aprender mejor y hacer mis tareas, pero no es lo ideal”.

Rodrigo Molina, padre de las jóvenes, cree que “la carencia más grande que tenemos en este sector es la falta de telefonía, nos hace falta conectarnos con la ciudad y sobre todo en la parte educativa donde todos los procesos son por internet y ello nos lleva a buscar señal por los cerros incluso durante la noche y esa es la necesidad urgente que tenemos, requerimos una antena repetidora para tener señal de celular y apoyo para los niños”. 

ALCALDESA 

La realidad de estas jóvenes a juicio de la Presidenta del Directorio de Corporación Municipal, Alcaldesa Karen Rojo, “resulta incomprensible, por eso es que vamos a oficiar a la Ministra de Transportes y en especial a la Subsecretaría de Telecomunicaciones para que puedan realizar todas las gestiones necesarias para instalar una antena repetidora en el sector de modo que estos casos no se sigan experimentando”. 

Respecto del apoyo al proceso formativo de las estudiantes, la Alcaldesa instruyó al Gabinete Técnico de Corporación realizar visitas periódicas para brindar un mayor acompañamiento a los alumnos que residen en los sectores costeros, a fin de constatar que los aprendizajes, pese a las dificultades, sean absorbidos. 

Precisemos que otras caletas del sector como Constitución y Errázuriz disponen de señal, por lo que resta comunicar estas áreas donde residen familias abocadas a la pesca y recolección, hecho que resulta ser imprescindible toda vez que ante la ocurrencia de una emergencia, no disponen de conectividad que permita generar una oportuna respuesta. 

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