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AMRA: “Cielos protegidos, desarrollo sustentable: una mirada hacia de futuro”

En Chile, los cielos oscuros y prístinos del Desierto de Atacama han hecho posible la instalación de algunos de los observatorios más avanzados del mundo, generando conocimiento y creando oportunidades para fortalecer la educación y el turismo.

La astronomía es más que una actividad científica: es un elemento de imagen e identidad nacional, y un activo estratégico que ha permitido la formación de generaciones de profesionales, el desarrollo de nuevas tecnologías y el establecimiento de colaboraciones internacionales de alto nivel. La comunidad científica ha demostrado con estudios rigurosos que Paranal y Armazones, en las comunas de Taltal y Antofagasta, poseen los cielos más oscuros del planeta, seguidos de cerca por Chajnantor en la comuna de San Pedro de Atacama. Ésta es una condición única que ha atraído la inversión de instituciones globales y ha posicionado a nuestro país como líder en la observación del Universo.

Creemos en la importancia de avanzar hacia una economía sustentable, donde la ciencia, la industria y las comunidades trabajen en armonía. En este contexto, es fundamental garantizar que proyectos de gran escala como INNA, de AES Andes, sean evaluados con criterios integrales que consideren tanto su impacto económico como su efecto en el patrimonio natural y científico del país.

El megaproyecto INNA, que contempla la producción de hidrógeno y amoníaco verde en la comuna de Taltal, representa una iniciativa alineada con los desafíos de la transición energética. Sin embargo, su proximidad a uno de los principales centros astronómicos de la región impactará en la calidad del cielo nocturno, recurso que ha tomado décadas en consolidarse, siendo reconocido como patrimonio de la humanidad. 

El desarrollo de proyectos de este tipo se debe realizar de manera planificada, asegurando que Chile mantenga su liderazgo en astronomía y que, al mismo tiempo, continúe avanzando en su compromiso con las energías renovables. 

Hacemos un llamado a explorar alternativas de ubicación para el proyecto, considerando las recomendaciones entregadas por el Estado de Chile para su emplazamiento de modo que se compatibilicen los distintos intereses en juego y se fortalezca un modelo de desarrollo equilibrado y con visión de futuro.

El cumplimiento del DS N°1 del Ministerio de Medio Ambiente, relativo a emisión de luminosidad artificial en espacios públicos, implica que las municipalidades de la Región y del país paguemos un costo importante en tanto la ciudadanía nos demanda iluminar intensamente los espacios públicos, considerando que la baja luminosidad aumenta su percepción de inseguridad. Si los municipios contribuimos – a pesar de los costos - con el objetivo de proteger los cielos, lo mismo debe ser exigido a todos, empezando por la coherencia que debe tener el Estado con sus propios objetivos de protección del medioambiente.

Las municipalidades de la Región de Antofagasta reafirmamos nuestro compromiso con el resguardo de los bienes naturales e invitamos a todos los actores a aprovechar las oportunidades del presente sin comprometer las posibilidades del mañana.

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